Dicen que hay una crisis cada vez que se inicia una nueva década de vida. Bueno, tal vez a los 20 no haya crisis. Es muy célebre la crisis de los 40, aquella que ahora dicen que llega a los 50, que se caracteriza principalmente por tratar por todos los medios (incluso los más vergonzosos) de volver a sentirse joven: aprender a tocar la guitarra, hacer surf, ponerse tatuajes… cuando no has hecho nada de eso en el pasado.

En mi caso, que cumplo 60, tengo otro tipo de crisis. Es empezar a ver el final cercano. Es ley de vida, no soy una persona dramática, pero algún día no estaré aquí. Mi médico me ha hablado de como se diagnostica el cancer de colon y de que hay una prueba de cribado para esta enfermedad. Me ha cogido con el pie cambiado. ¿O sea que ya tengo que empezar a hacerme cribados “por si las moscas”? Soy viejo, para qué nos vamos a engañar. 

Me fui a casa un poco deprimido. Primero porque la doctora me habló de forma un poco condescendiente apercibiéndose de mi confusión. Es decir, había oído hablar de que en Madrid se había empezado a practicar una prueba gratuita para detectar algunos cánceres, pero no le había dado más importancia. Como digo, no soy mucho de pensar en enfermedades ni en la muerte… hasta ahora.

Cuando la doctora me habló sobre como se diagnostica el cancer de colon me explicó incluso el método, creo que le pregunté cómo se hacía, aunque no presté atención, sumido en mis propias tribulaciones. Luego, al llegar a casa, busqué información por internet y vi que era una cosa muy sencilla, tal vez algo escatológica, pero estamos hablando de analizar heces, no es precisamente el sueño de la vida de nadie.

Así que con todo esto del cáncer de colon me han entrado ganas de tener la crisis de los 40 otra vez y dejar la de los 60 para más adelante, no sé, para cuando tenga 70. Tal vez me haga un tatuaje, busque por Facebook a alguna novia de la universidad y me apunte a un cursillo de surf. Pero de todas formas haré la prueba del cáncer de colon, que si no la doctora me regaña.