UN VIAJE EN SOLITARIO

No os podéis imaginar el tiempo que llevo sin ver la nieve y más tiempo aún que llevo sin esquiar. Por fortuna me han regalado un bono regalo Andorra para un spa en el cual puedo aprovechar y pasarme el día esquiando y al terminar de esquiar ir a relajarme al spa. Si tengo que decir la verdad me parece un planazo, solo hay un inconveniente, en la época en la que voy a ir no me va a quedar más remedio que hacerme el viaje solo por mi cuenta. Aunque para ir a esquiar y relajarme en un spa hay que decir que no necesito a nadie.

 

Desde que aprendí a esquiar a la edad de diez años, el rato que se pasa en la montaña esquiando lo pasas siempre solo para aprovechar al máximo las horas del día, ya que en la estación de ski que tengo más cerca de casa las pistas cierran a las cinco de la tarde. Así que siempre que iba a esquiar aprovechaba los ratos que estaba sentado en los telesillas para comer y beber, así de esa forma cuando el telesilla me dejaba encima de la montaña ya me podía tirar otra vez sin ninguna clase de problema.

 

Recuerdo el día en el que mi tía intentó enseñarme a esquiar, fue todo un desastre. Al final se cansó de intentarlo ella y me cogió una clase con un monitor de la estación de ski, con él todo cambió, en solamente un rato ya era capaz de mantenerme de pie e incluso pude bajar la montaña entera en compañía del monitor. Una vez supe lo básico, aprender a esquiar en paralelo no me resultó nada complicado, solamente tuve que ver en la tele como hacían los profesionales e imitarlo fue bastante sencillo. Desde el primer día que probé a esquiar en paralelo no he vuelto a esquiar de otra forma me parece muy sencillo.

 

A ver si nos dejan viajar lo más rápido posible y pueda ir a esquiar que es algo que ya llevo esperando unos cuantos años e ir a Andorra es un plus extra ya que tiene mucho mejores pistas que las que yo conozco.

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