Aprovechando que las navidades están a la vuelta de la esquina una de mis amigas que hace un par de años decidió que se volvía con un antiguo novio para Valladolid y que vendrá a pasar las navidades con su familia, ya está pidiendo cita para que le hagan la revisión dental en una clinica dental santiago que es donde siempre va a hacerse las revisiones y prefiere ir a un sitio que ya conoce que ir a una clínica dental nueva en Valladolid. Esto lo entiendo dado que ella antes de irse para Valladolid trabajó un tiempo en esa clínica dental por lo que tiene confianza en la forma de trabajar que tienen en esa clínica. Hasta que conocí a esta chica hará unos diez años, no había conocido a nadie que se preocupase tanto por sus dientes como a ella, nunca entendí esa obsesión hasta que me enteré que había trabajado casi toda su vida como asistente en clínicas dentales.

Espero que este año cuando enga a ver a su madre por navidad también tenga un momento para venir a hacerme una visita porque desde que se fue a Valladolid no me ha mandado ni un mensaje, debe de estar muy ocupada para haberse olvidado así de mí cuando yo le he hecho un montón de favores, desde empadronarla en mi casa para que su jefe no supiese donde vivía, a mandarle documentación que me llegaba por carta a Valladolid. Me dijo un día que cuando estuviese completamente instalada me daría un toque para ver si me animaba a ir hasta allí, pero creo que a su novio no le hace ninguna gracia acogerme en su casa y personalmente el clima de allí no es que me atraiga lo más mínimo. Dicen que por esas zonas hace un frío horroroso y es algo que prefiero no experimentar ya que vivo en una zona donde la temperatura no varía demasiado y nunca llegamos a estar bajo cero. Así que mejor que sea ella la que venga a visitarme y no al revés así no tengo que experimentar ese frío.